Paso horas quieto, con la mirada perdida en el horizonte. Pienso en películas, en medios de transporte alternativos y en el fin del mundo. Nunca termino de pensar en algo. No se puede supongo. Por que pienso en algo, y un concepto me lleva a otro, y para cuando creo que he entendido la razón de nuestra existencia resulta que no recuerdo un elemento clave y todo mi castillo de naipes se derrumba en mi mente. Que bonita metáfora. Pero no lo es, apunto los conceptos en naipes de verdad, y cuando se caen, por mas que los ordeno, no cobran sentido.
Es un sistema complejo: si el concepto es de primer orden, suelo apuntarlo en el dorso del as, y si es un concepto secundario, en una figura inferior. El gran problema es que cuando atisbo el final del túnel, el castillo se derrumba, y las cartas se rompen en dos. Cara y dorso. Así que no consigo aplicarle un valor de importancia a los conceptos. Todos los conceptos se mezclan, son igual de importantes, me pongo nervioso y no se que tiene mas importancia. Hay que establecer prioridades en la vida.
Así que ahí me tienes en un día normal, absorto en la complegidad del universo. Dormido. Lo hago continuamente. Desaparezco para viajar a algún lugar y cuando regreso llego tarde a algún sitio.
El tiempo, es un tirano implacable, no le importa si estamos sanos o enfermos, hambrientos o borrachos, si somos rusos, americanos, o incluso marcianos. Es como el fuego. Puede destruirnos o calentarnos. Por eso en cada oficina de Fedex hay un relog. Porque vivimos o morimos en función del tiempo. Nunca le volvemos la espalda y nunca jamas cometemos !EL GRAN PECADO¡. Perder la noción del tiempo.
Así que prioricemos. Qué es importante en nuestra vida diaria. Qué es lo que cuando hoy nos vayamos a la cama nos gustaría haber hecho. Puede ser quizás: comprar un filete de ternera para freír y no comer espaguetis con atún como todas las noches. Podría ser comprar un libro, ver una película, empezar a escribir un guión. Podrían ser muchas cosas las que queremos hacer hoy. Yo soñando continuamente con pilotar aviones de gominola. Pero existen superobjetivos (que los llamaría Stanivslavsky). Qué queremos ser en la vida. A donde queremos que esta nos conduzca, o mejor dicho: que queremos ser de mayores. Si uno no se pregunta esto una vez al día, está muerto y no lo sabe y no es buen actor.
Esto es lo que al día de hoy, causa estres en los jóvenes y en algunos mayores. La incertidumbre. No conocer nuestro futuro mola. Y el que diga lo contrario esta muerto y no lo sabe todavía y no es buen actor.
Estoy hablando del día a día, y de como este es el camino a seguir para conseguir lo que queremos en un futuro. Hoy he ido al gimnasio por segunda vez y ya creo que puedo saltar de una moto a un tren a 140 km/h con un traje de ninja rojo y negro. Dos lineas para esta chorrada. Ya me estoy arepintiendo.
Llegar tarde a algunos sitios no es pecado si eso significa que has perdido el autobús por que le estabas mirando los pechos a alguna mujer o a un hombre gordo. No tiene gracia, la obesidad es un problema real que nos incumbe a todos. Por que si todos los chinos que saltan a la vez, causan desastres, imaginaros todos esos chinos gordos. Sabéis lo de que una mariposa agita sus alas en Pekin... pues aquí habría una invasión zombie.
La pricipal particularidad que tiene el tiempo es que aunque no es materia, se te puede escapar de las manos como arena seca. Con la mojada se pueden hacer bolas de arena y no se escapan, pero ojo, que si la mojas demasiado también se escapa. La cantidad de agua debe ser proporcionada, esa es la clave para que no se nos escape de entre las manos.
Este es el punto en el que esta entrada empieza a parecer un libro barato de auto ayuda, la señal concreta de que no se por donde seguir, releo lo que he escrito y no parece tener el sentido que tenía cuando escribía. Ahora lo ha perdido por completo. No recuerdo que quería decir ni porqué. Y lo que es peor: me temo que esto ha sido una absoluta perdida de tiempo.
Eso es lo que tenemos. Ese es el tiempo que tenemos, antes de que ese pulsante infatigable capataz despiadado nos lleve a la quiebra a todos.
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